sábado, 9 de abril de 2016
Destinos del yo: desde su constitución al último Lacan- Por Victoria Mora
El viernes 1 de
Abril comenzamos con la primera clase del Seminario Clínico de la Delegación
Pilar perteneciente al IOM2. Este año nuestro eje de trabajo serán las
“variaciones sobre lo imaginario”. Esta primera clase llevó por título
“Destinos del ego-yo. Desde su constitución al último Lacan” La clase estuvo a
cargo de Esteban Pikievicz, psicoanalista, psiquiatra, miembro de la EOL, y de
la AMP, miembro del Centro Descartes y Jefe del Servicio de Psicopatología del
Hospital de Esquel.
Pikievicz
realizó un recorrido del Yo desde el primer Lacan. En relación a este primer
momento tomó como referencia los escritos “El estadio del espejo como formador
de la función del Yo (je)…” y “La agresividad en psicoanálisis” Allí Lacan
busca destacar cuál es la función del Yo ubicándose en las antípodas de los
racionalistas. Se refirió también a la distinción lacaniana entre je y moi (diferenciación
que la lengua española no contempla) en
tanto el moi se encuentra ligado al narcisismo secundario y el je posee una
función de shifter apuntando a la enunciación como más allá del moi.
Luego continuó
con un recorrido por dichos escritos. Haciendo mención a la distinción entre
moi y je, siendo que el yo tiene certidumbres en cambio el je se ubica como lo
más desconocido por el moi. El je funciona según una matriz simbólica, que es
el Otro.
El yo en esta
etapa de la enseñanza de Lacan es el que permite ubicarse en tiempo y espacio.
El yo tiene una constitución paranoica en tanto viene de afuera.
Luego en el
Seminario 2 Lacan hablará de un Yo que no tiene nada que ver con la conciencia.
La conciencia no tiene que ver para Lacan con la subjetividad. Sino que esta es
la identificación con ciertos significantes. La conciencia es la capacidad de
producir una imagen.
El Yo es un
objeto inédito en tanto surge de la unificación de las pulsiones parciales.
Continuó con la
mención del i(a) ligado al grafo del deseo. Allí se encuentra la verdadera
reserva libidinal que vela lo oculto en la imagen y más allá de ella, se trata
de un yo sin imagen. El Yo que vela lo imposible, paradójicamente cubre para
que haya un mundo posible.
Pikievicz siguió
en la línea de la agresividad no como violencia sino como experiencia subjetiva
constitutiva. El Yo es vehículo de lo que habla. La eficacia de la agresividad
avizora siempre un castigo: la castración. El moi es respuesta a la castración.
Es la respuesta determinada por el ideal (grafo del deseo). En el análisis se
escucha el je para modificar el moi, se apunta a la enunciación que el je
entraña.
A partir de año
65 Pikievicz ubica al segundo Lacan. Aparece el grafo del deseo. El Yo vela
contrafóbicamente el a. El Yo es el objeto que protege de la angustia. Ir de un
Yo de las imágenes a un Yo sin imagen: el fantasma que es una imagen fija, un
significado absoluto. El análisis hará caer las identificaciones imaginarias.
Un yo que estaba
por delante como objeto de deseo con el soporte i(a) es objeto causa de deseo,
ahora va detrás.
En relación al
último Lacan se recomendó el libro de Germán García “En torno a las
identificaciones” Mencionó también los tres registros en tanto anudamientos en
cuyo centro de superposición se encuentra el objeto a. En relación al libro de
García retoma de allí que el objeto a demuestra que tiene operatoria, que es el
soporte último del Yo. Lo imaginario termina siendo lo más consistente que
podemos tener.
domingo, 27 de marzo de 2016
Una limosna por Dios- por Karina Pérez
Hace unas semanas escuché la editorial de un periodista en el que le
reclamaba al Papa Francisco luego del recibimiento al presidente argentino por
lo que éste consideraba un trato frío y serio en demasía. Así comenzaba su
comentario planteando que quienes vieron ese encuentro le pedían a Francisco
cual limosneros “una sonrisa por el amor de Dios”.
Luego de aclarar que no quería ser irrespetuoso con la investidura papal
arremetió contra éste por elevación señalando con nombre y apellido personas de
distintos ámbitos a los que no dudó de tildar de corruptos, violentos,
patoteros, matones, narcotraficantes entre otros atributos y con quienes Su Santidad tendría, según su
opinión, lazos de amistad y/o simpatía.
El mismo periodista había dicho del Papa: “No es Dios, es el Papa”
cuando éste le envió un rosario a la líder social detenida.
Estas declaraciones me hicieron pensar que lugar y que trato se le da al
padre en nuestro tiempo.
El padre que Freud describió en Tótem y Tabú cobraba consistencia al ser
asesinado por sus hijos instaurando la ley convirtiéndose así en su garante.
Lacan por su parte afirma que hay que ir más allá del padre, a condición
de servirse de él, así el servirse ubica a la función Nombre del Padre en un
instrumento.
Podríamos responder a la sentencia del periodista afirmando: Francisco
no es Dios, es uno de los Nombres del Padre y podemos verificar cuáles son los
efectos del desdibujamiento de la función del padre no sólo en la clínica con
la aparición de nuevos fenómenos, sujetos “desenganchados” del Otro; sino
también en la civilización con sus manifestaciones de odio y segregación.
Una cuestión es ir más allá del padre y otra muy diferente es desecharlo
cuando éste no responde ya a las necesidades y expectativas que de él se
obtenían. Podríamos decir que la lógica que orienta la línea editorial del
periodista (o la que él representa) estaría enmarcada en un “úselo y tírelo”
propio del capitalismo en donde ni lo sagrado se salva!!!
Jacques-Alain Miller en ocasión del atentado a la revista Charlie Hebdo
advirtió sobre el efecto de ir contra lo sagrado; si bien se trata de un hecho
de discurso es lo que hace común- unidad, sin lo cual se produce el caos.
Tal vez no se trate de cerrar grietas sino de poder hacer con ellas sin
excluirlas.
Karina Perez- marzo 2016
Referencias:
Freud, Sigmund “Tótem y Tabú”, Biblioteca Nueva, Obras
completas, 1981.
Lacan, Jaques El Seminario, libro 17 “El reverso del
Psicoanálisis”, Paidós, 1992
Miller, Jaques Alain “El retorno de la blasfemia”, www.eol.com.ar
lunes, 14 de marzo de 2016
Entusiasmo...
…..eso fue lo que se vivenció el último viernes 11 de Marzo en el Centro
Cultural Federal de nuestra ciudad ante el inicio de la actividades del año de
la Delegación Pilar del IOM.
Un momento de encuentro alrededor de la conferencia dictada por Daniel
Millas “El cuerpo en nuestros días”.
Variaciones en la imagen y sus consecuencias en la práctica psicoanalítica.
Millas, miembro de la EOL y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis e
integrante de la Dirección Ejecutiva del I OM2; nos mostró y demostró que el
psicoanálisis está a la altura de su tiempo en tanto no es ajeno a los
fenómenos de la época como en este caso los que se tejen y destejen alrededor
del cuerpo (cortes, transformaciones, tatuajes, etc.). Al mismo tiempo que
ubicó una pregunta precisa: ¿En qué cambia esto nuestra práctica? Pregunta que
marca nuestro recorrido durante todo el año de trabajo.
Daniel resumió el imperativo de la época bajo lo que podría ser un
axioma: “Si algo se puede ver se debe mostrar”. Pero si algo nos enseñó el
psicoanálisis es que no todo puede ser mostrado por ello te mostramos un
poquito de qué se trató ese paréntesis que nos hizo salir de la rutina
burocrática.
Si querés ver más sólo tenés que poner el cuerpo y el deseo…lo que no es
poco pero vale la pena!!!!
Karina Perez
Karina Perez
sábado, 27 de febrero de 2016
Comenzamos el 2016
A modo de apertura al tema que indagaremos este año: el registro imaginario, sus variaciones en la enseñanza de Lacan, sus transformaciones según las épocas, su presentación en nuestros días... contaremos con la presencia de Daniel Millas para empezar a conversar. Invitamos a todos los interesados a acompañarnos este año a inaugurar de esta manera el trabajo
martes, 16 de febrero de 2016
Poesía y psicoanálisis. Testimonios de la extimidad
Victoria Mora, integrante de APPIL y la Delegación Pilar del IOM2, participó en agosto de 2015 de las Jornadas de Literatura y Psicoanálisis de la Editorial Letra Viva. Comparte el trabajo allí presentado.
Cecilia Collazo
escribe: “(éxtimo) es lo que encontramos entre lo presente y lo ausente, lo
ominoso convive con lo éxtimo. Lo ubicamos en una figura de la topología que es la Banda de Moebius. Podríamos
definirlo como el borde que pertenece a lo íntimo por un lado y a lo exterior
por otro, obedeciendo a ambos espacios a la vez”
La poesía puede
leerse como testimonio de la extimidad, tanto para quién escribe como para
quien lee. Para el poeta allí se une lo más íntimo, el ejercicio de su
escritura, con lo exterior al momento de dar a leer aquello que lo movilizó a
hacer poesía. Para quién lee, las resonancias de su intimidad se verán
reflejadas en lo que otro convirtió en letra impresa, frente a sí verá parte de su intimidad, pero en el exterior.
Desde ya que los efectos de la poesía estarán
tomados por la lógica del uno por uno y eso vale tanto para el lector como para
el poeta. El encuentro podrá producirse o no. Lo cierto es que la buena poesía
es esa que toca algo de la extimidad para muchos lectores.
La
capacidad del poeta de saber hacer con
el vacío generará una experiencia inquietante y a la vez conmovedora en el
lector. Dice Jacques Alain Miller en su curso Extimidad: “Lo éxtimo es lo que está más próximo, lo más interior,
sin dejar de ser exterior (…) El término extimidad se construye sobre
intimidad. No es su contrario porque lo éxtimo es precisamente lo íntimo,
incluso lo más íntimo” Es un logro del poeta que su palabra escrita conmueva lo
más íntimo en nosotros.
El analista
comparte con el poeta ese lugar de extimidad. En términos de un análisis el
analista ocupará ese lugar, allí en el espacio que se instala como el lugar más
intimo para un sujeto en análisis se descubrirá que quién se analiza está
atravesado por algo ajeno que lo habita, empezando por el Otro dentro de sí
mismo. Dice Miller “Éxtimo es, en primer lugar, el Otro del significante éxtimo
al sujeto, aunque más no sea porque la lengua mía, en la que expreso mi
intimidad, es la del Otro”. En el despliegue de su intimidad allí en el espacio
transferencial habilitado por el analista y sostenido en su posición de causa
de deseo, a lo largo de un análisis, el sujeto descubrirá que eso está
fracturado, que allí no hay uno que habla, esa fractura da cuenta de la
extimidad dentro de sí. El sujeto que habla está habitado por un vacío
estructural, la poesía y el psicoanálisis harán lo propio con ese vacío.
Natalia Neo Poblet dice “se escribe desde la extranjeridad, desde el exilio”,
posiciones de lo éxtimo que atraviesan la experiencia de la escritura pero
también la de un análisis.
El analista sin
ser un íntimo tampoco es totalmente exterior se ubica precisamente en la
dimensión de la éxtimo que hará posible un análisis, soportará la pregunta que
le dirigirá el analizante sobre qué lugar tiene en el deseo del Otro, encarnará
lo perturbador, será quién desde su posición y su deseo sostenga la pregunta
por lo éxtimo, así dará un tratamiento posible a lo real del goce que lo habita.
Tal como lo retoma
Cecilia Collazo en su libro La rosa de
cobre, Lacan habla de la poética en un análisis y dice de ella que es la
“creación de un sujeto que asume un nuevo orden de relación simbólica con el
mundo”. Salvando las distancias me pregunto si la poesía no nos enfrenta
también con la creación de un nuevo orden del mundo, o mejor dicho con la
posibilidad de ver ciertos mundos con la mirada poética de quién haya hecho de
la poesía su invención.
El poeta
comparte con el psicoanalista la posibilidad de crear nuevos mundos desde los
que ya habitamos. Más allá de las diferencias de su práctica, la poesía y el
psicoanálisis se hermanan desde muchos aspectos, tal como damos fe en este
encuentro.
La extimidad
como uno de estos rasgos que los unen se encuentra también ligada de manera
inevitable a lo real. Lo unheimlich, lo siniestro, es el paso fundacional del
concepto de extimidad inventado por Lacan. Lo unheimich, tan poéticamente
trabajado en su texto por Freud, es la experiencia de encontrar afuera lo más
íntimo y viceversa, que lo más íntimo esté tomado por la ajenidad. La
experiencia de lo real, el encuentro con lo real, mantiene ese sesgo éxtimo que
despierta al sujeto. Allí es donde lo real toma los rasgos de lo singular.
La poesía en
tanto testimonio de la extimidad bordea lo real para dar cuenta de ello en lo
simbólico. Escribe Pablo Fridman en “Shakespeare, más allá de Shakespeare” en La máquina des-escribir “el escritor se
funde en la letra de su escrito cuando nombra lo real, queda eclipsado en tanto
que enuncia una verdad que toca a cada uno en lo singular de su posición
subjetiva”
Así la extimidad
es el nombre de lo real atravesado por lo simbólico. Dice Collazo “(La poesía) Es
una forma de despertar del letargo metonímico de lo narrativo (…) La poesía es
un fenómeno del cuerpo, es pulsión que pasa a lo real, diría que traspasa a lo
real”. Podríamos reemplazar la palabra poesía por la de psicoanálisis y la
frase aún valdría.
Nicolás Cerruti
y Flor Codagnone plantean en su libro Literatura
∞ Psicoanálisis. El signo de lo irrepetible, libro inaugural de la serie de
la colección Literatura ∞ Psicoanálisis de Editorial Letra Viva que tanto la
literatura como el psicoanálisis son experiencias de escritura y de lectura. En
un análisis también se reescribe una historia, se la narra para otro que lee.
Flor propone entender el análisis como un hecho creativo, propuesta que nos
invita a seguir entrecruzando literatura y psicoanálisis, sin que se anulen,
más bien poniéndonos a pensar como la palabra se juega en ambos, como se
producen resonancias inevitables. En esas resonancias vivimos.
Como cierre y
prueba de lo dicho, una poesía de Cecilia Collazo hablará por sí misma, lo que
puede llevar ríos de tinta de teorizaciones:
Escribo
Escribo
porque la palabra
nunca dice lo
que quiero.
Porque los
términos
no recubren los
destierros,
los vacíos, los
agujeros.
Poética
despiadada
que no nombra
lo que porta,
sólo acontece.
Habla, se
acerca,
sigilosa sin
alcanzar
lo que pretende.
Nombra y al
nombrar
nunca dice
cómo se llama lo
que siente.
domingo, 14 de febrero de 2016
Dos contribuciones
Claudia Passalacqua, integrante de APPIL y de la Delegación Pilar del IOM2, contribuye con dos textos, mientras nos preparamos para comenzar este año 2016 con nuevas propuestas de trabajo psicoanalítico .El primero, fruto de un Seminario realizado por ella en el marco del ICDEBA, articula un tema surgido durante la lectura del Seminario La angustia en la Delegación en el 2015. El segundo, una puntuación que permite introducir la pregunta que orientará la investigación del Módulo Casos graves de la infancia durante el año que vendrá. A disfrutarlos.
Impostura y Mascarada
Lacan da cuenta de dos
afirmaciones: que el Don Juan es un fantasma femenino, y que el masoquismo
femenino es un fantasma masculino.
Lacan refiere que los hombres
se mostrarán más partidarios del deseo y las mujeres del goce. Se sirve del
goce místico para hablar del goce femenino, tomando como referencia las
experiencias místicas de Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz.
La tragicomedia de los sexos
se desarrolla en el plano del tener y del ser en relación al falo. Los hombres,
preocupados por su tener y por no perder; las mujeres frente al no tener,
tienen la opción de ser en lugar de no tener, transformar ese no tener en un
bien que los hombres querrían poseer, hacerse ser el falo. Es la conocida
facilización del cuerpo de la mujer: la solución de la mascarada. La mujer
rechaza en la mascarada los aspectos de la femineidad.
En el Seminario 10, se
encuentra cierto reverso de la sexualidad femenina a partir del goce. Hay un
goce envuelto en su contigüidad. Un goce no contable, no medible.
Mientras que el falo como
significante tiene que ver con serlo o tenerlo, acentuando la vía del deseo, al
tomarlo en relación al órgano hace que su valor en lo imaginario tenga que ver
con la potencia: la tumescencia y la detumescencia.
Las complicaciones entre el
amor y el deseo es del lado de la posición femenina.
El lugar de la angustia para
la mujer es si el hombre va a sostener el deseo. ¿Qué quiere más allá del acto
sexual?
El masoquismo femenino,
es un fantasma masculino, es por procuración que el hombre hace que el goce
sostenga su angustia. Existe la mujer que puede gozar de todo sin parar. Ella
goza de ser objeto del hombre permanentemente. Tiene que ver con lo
inconmensurable del goce femenino. Responde a lo que Lacan demuestra en su
Seminario 10 cuando afirma que el goce de la mujer es mayor que el del hombre,
aunque depende de la limitación que le impone al hombre su relación con el
deseo.
A diferencia, el fantasma
del Don Juan, que es una fantasía femenina, es la imagen de un hombre al
que no le falta nada. Es la negación del menos fi. Siempre tiene algo de
impostor, es hacer cierto simulacro de aquello que le produce angustia. Es
decir, en dicho fantasma, el Don Juan acepta la impostura y puede ponerse en el
lugar del Otro, el objeto como absoluto. Simplemente responde al anhelo en su
función fantasmática: que haya un hombre que lo tenga siempre y que no pueda
perderlo, ni perderse con ninguna, ninguna mujer puede arrebatárselo. Ellas
entran dentro de la cuenta solo si son nombradas. Casanova, en cambio, el cuál
fue representado en varias obras literarias y cinematográficas “sabía escuchar
a las mujeres con atención y simpatía y tenía que estar convencido de que al
menos en ese instante, él amaba a esa mujer y que su amor era correspondido”.
Ellas participaban y quizás hasta consentían al engaño por el cual él podía
amarlas en ese instante.
CLINICA DIFERENCIAL ENTRE
NEUROSIS - PSICOSIS
Lacan plantea que hay una
historia estructural que determina que un sujeto sea neurótico o psicótico. Lo
que se ve en el desencadenamiento son los fenómenos de la estructura.
En el seminario 3 refiere “puede
que al comienzo el banquito no tenga suficientes pies”. Hay un defecto que
existe desde siempre. Se sostiene por alguna estabilización, suplencia
precaria.
La estructura de Psicosis es
contraria a una suposición de saber. El significante retorna de lo real y da
una certeza de saber. Cuando el sujeto tiene que tomar la palabra, si la
estructura es psicótica, puede surgir el desencadenamiento. El tener que tomar
la palabra puede acercar al vacío forclusivo.
La alucinación es un
significante en lo real, articulada a un objeto (mirada, voz). La clínica
diferencial nos va a dar el movimiento del objeto mirada - voz.
Lacan, plantea que el cuerpo
fragmentado se puede ubicar tanto en la esquizofrenia como en la histeria.
Toma el caso Dora de Freud, y
dice “el enigma de Dora es qué es ser una mujer?” No aparecen fenómenos
elementales ni hay trastornos del lenguaje.
En la neurosis obsesiva, la
pregunta es ¿estoy vivo o muerto?
Para Lacan, la estructura de
la Neurosis es una pregunta, un enigma; mientras que la estructura de la
Psicosis es una respuesta, una certeza.
La pregunta neurótica es un
enigma de goce.
En la psicosis, no hay
diferencia entre significantes, no hay diferencia entre simbólico y real. No se
adhiere a ningún mito, siendo que para que lo haya tiene que haber Nombre del
Padre.
En la neurosis obsesiva, el
tratamiento de lo real es con el fantasma; en la psicosis, es un tratamiento de
lo real con el delirio.
En la última enseñanza de
Lacan, el Nombre del Padre se pluraliza, se pasa del Nombre del Padre a los
Nombres del Padre. Es un modo más de suplencia.
En el seminario RSI, plantea
que el Nombre del Padre es un anudador de los tres registros (imaginario, simbólico,
real), es como un cuarto nudo.
Lacan diferencia la lengua del
lenguaje. La lengua es un grupo de significantes unarios que son idénticos. Son
S1 que charlan solo en lo real. Es un real anterior al lenguaje.
El lenguaje es una
metaforización de la lengua, es un significante que representa a un sujeto para
otro significante (Neurosis).
En la Psicosis, prevalece la
lengua, que articula cosas que va más allá del saber enunciado. Tiene una función
primitiva con el goce.
El S1 de la lengua, queda
indeciso entre el fonema, la lengua y la holofrase. Todos los significantes son
homofónicos. En la Psicosis, queda como equívoco.
La interpretación es solidaria
con la función de la lengua. No hay que interpretar por el equívoco homofónico.
La lengua es goce puro y el inconsciente lo que hace es decodificar ese goce.
miércoles, 2 de diciembre de 2015
Jornada de Salud Mental en Pilar
Con el título “Salud Mental y Lazo Social”, el lunes 16 de noviembre pasado se llevó a cabo
El encuentro permitió un enriquecedor intercambio
entre los profesionales del área de Salud Mental pertenecientes a los tres
Hospitales del Municipio, los Centros de Atención Primaria, el Centro Pilares
de Esperanza, Pasantes de Psicología y Residentes de Medicina General.
Durante la
apertura, contamos con la presencia de los actuales Secretario de Salud
Dr. Niotti y Director de Atención Primaria Dr. Lorda.
La coordinadora de Salud Mental
de Atención Primaria, Lic. Gabriela Porreca, comenzó diciendo que la elección
del título de esta jornada “Salud Mental
y Lazo Social” no fue azarosa, “es una
construcción a la que hemos llegado luego de asumir el desafío de organizar y
ordenar el trabajo sostenido que se viene realizando desde hace mucho tiempo en
los distintos dispositivos de salud mental del partido de Pilar. Este camino de
encuentros y desencuentros, de enlaces y desenlaces, nos ha permitido armar
redes, construir puentes y abrir nuevos caminos…”
Posteriormente presentó la primera mesa llamada “Diferentes
discursos: un encuentro posible”.
Un grupo de psicólogas de Atención Primaria (Lic.
De Carlo, Lic. Severini y AT Castelo) desarrollaron su posicionamiento frente
al padecimiento subjetivo, entre la demanda judicial y la respuesta en el ámbito
de la salud, que llevan a cabo en la “Puerta 12” .
Otro equipo de APS conformado por las Lics.
Cafiero, Maffia y Zeis, contó su experiencia a través del trabajo realizado con
un grupo de mujeres, en donde se tiene en cuenta la particularidad de cada una
y cómo dar lugar a la palabra que se encuentra silenciada por la violencia.
Un equipo de médicos residentes generalistas de
los Hospitales de Pilar, Luján y Sommer, comentó su experiencia a través de un
proyecto con un grupo de padecientes mentales crónicos, llamado Pi.Lu.So.
Finalmente, la Lic. Mirta Sosa del
Hospital Sanguinetti fundamentó la
importancia de la Psicoprofilaxis Quirúrgica
y desarrolló sus avatares en el ámbito de la salud pública.
La mesa fue comentada por la Lic. Graciela
Schnitzer, supervisora del Equipo de Adultos de los Consultorios Externos del
Hospital de Pilar, quién refirió que los nombres a los dispositivos les vienen
bien ya que generan una “identidad”.
Escuchar involucra a la interdisciplina. Implica
generar el diálogo con los otros y estar atentos entre nosotros. Encontró en
estos trabajos un rasgo común: propiciar una pregunta y sostenerla.
La segunda mesa, presentada por la Lic. Paula Marino, llevó por nombre “Nuevas tecnologías: enlaces y desenlaces”.
Un dúo de profesionales del Hospital Sanguinetti,
las Lics. Brandt y Rodriguez, puntuaron cómo piensan el armado de grupos
terapéuticos para adolescentes en el ámbito hospitalario.
Por otro lado, el Jefe de Servicio de dicho
Hospital, Dr. Fernando Maldonado, desarrolló un trabajo en relación a los
aspectos comunicacionales
contemporáneos.
Un grupo de pasantes de Psicología realizó una
investigación acerca del ciberbullying y redes sociales.
La mesa fue comentada por la supervisora del
Equipo de Niños, Lic. Verónica Carbone, quien refirió “la teoría de la
comunicación es común pero no múltiple”. El lazo social es una cuestión de
discurso. Se modificó el lenguaje gestual.
El niño ha pasado a ser objeto de intercambio y
sacrificio. Hay un empuje a un consumo feroz y voraz de objetos.
El bullying está emparentado con la violencia. El
lugar donde se rechaza la diferencia.
Después del break en el que se realizó un ameno
intercambio entre el centenar de asistentes, se presentó la tercera mesa: “Intervenciones en los lazos familiares”.
Los psiquiatras del Hospital Falcón, Dres. Gorrini
y Latorre se refirieron a un trabajo realizado en relación al lazo social y
desarrollo, haciendo hincapié en la implicación de todo el equipo de salud en
la atención de los pacientes.
Los Lics. Kastelic y Palavecino del Centro de
Rehabilitación Pilares de Esperanza, presentaron un trabajo de campo en
relación a la rehabilitación basada en la comunidad.
Presentó la mesa la Lic. Mabel Porcelli,
quién además aprovechó la ocasión para explicar el diseño del logo de la
jornada que fue realizado por los pacientes del Taller de Arte terapia del
Grupo de Socialización del Hospital de Pilar.
El comentario final estuvo a cargo de la Lic. Andrea Dolera,
quién hizo una breve síntesis del armado en común y desarrollo de la jornada, para concluir
diciendo que intentamos formar una orquesta que si bien un poco desafina, vamos en pos de realizar los acordes
necesarios para crear una música compartida.
Claudia Passalacqua
Claudia Passalacqua
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