Foto de Germán Maass

jueves, 21 de abril de 2011

El sujeto en la práctica analítica


Reseña de la conferencia de apertura de Jorge Chamorro

Delegación Pilar del IOM- Abril/2011


¿Qué es un sujeto?


El sujeto del psicoanálisis no es una persona.
Para Freud el sujeto es sujeto del inconsciente, se diferencia del Yo.
Para hablar del sujeto del psicoanálisis hay que hablar también de síntoma en psicoanálisis.
Para el cognitivismo el síntoma es una disfunción, y como tal hay que resolverla. Esto se correspondería con el furor curandis del que hablaba Freud, el furor por curar, por hacer desaparecer al síntoma.
En el psicoanálisis freudiano el síntoma esconde una verdad, el psicoanalista es el que escucha el síntoma. Los síntomas no se curan con el furor curandis sino con asociación libre. La asociación es libre pero con determinismo psíquico, no hay posibilidad de escapar a las marcas de goce.


El síntoma para Lacan es un síntoma que está expresado en lo que se habla. El sujeto aparece representado por ciertas palabras. El sujeto no habla sino que es hablado por la repetición de las palabras.


El “ataque de pánico”, por ejemplo, es un síntoma social, un nombre social para la angustia. El psicoanálisis no cree en la escena, cree que en la escena hay una verdad. En psicoanálisis relativizamos el síntoma social, no sostenemos la creencia del sujeto “tengo ataques de pánico, soy alcohólico…”


El psicoanálisis divide entre lo que quiere decir y lo que en su discurso dice. La persona dice “me equivoqué”, nosotros sabemos que eso tiene una verdad. Para el psicoanálisis toda explicación refuerza los síntomas, entonces lo que hay que hacer es correr las explicaciones.


Por ejemplo, llega alguien al consultorio “vengo porque quiero hacer eso y no puedo”, el analista pregunta: “¿Y por qué quiere hacer eso?”, corriéndolo del “no poder” al “querer”. Apuntamos al sinsentido. Cuando no hay síntoma ni sujeto, la respuesta del analista tiene que hacerlo aparecer. Un analista divide, quita sentidos.


Fernanda Gaillard.