Foto de Germán Maass

jueves, 22 de agosto de 2013

CLASE ABIERTA "LA CASUISITICA DE LACAN"



La Asociación Pilarense de Psicoanálisis de Orientación Lacaniana (APPOL), con el auspicio de la Delegación Pilar del Instituto Oscar Masotta (IOM2) se complace en invitar a una actividad abierta que se realizará el viernes 30 de agosto a las 13 hs., en el Museo Municipal de la ciudad de Pilar (Tucumán 960).

Se trata de una clase abierta que dictará la Dra. Elena Levy Yeyati –médica psiquiatra, psicoanalista, miembro de la Escuela de Orientación Lacaniana y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, miembro del Centro Descartes y Directora del mismo en el período 2011-2012, docente del IOM- en torno al libro recientemente publicado “La casuística de Lacan”, de Editorial Grama.

La Dra. Levy Yeyati coordinó durante dos años un módulo de investigación conformado por miembros y alumnos del Centro Descartes, que se abocó a rastrear en Escritos, Seminarios, Tesis y todo texto publicado respecto a la enseñanza de Jacques Lacan, las referencias a casos de su propia clínica. Su casuística fue ubicada así, a partir de una periodización de su enseñanza orientada por la lectura de Jacques Alain Miller, contextualizando las referencias según el momento conceptual y político. El libro es el producto de este exhaustivo trabajo. La clase nos introducirá a su método y fundamentos, así como al uso que Lacan dio a su casuística, enseñándonos algo más sobre la clínica psicoanalítica en una perspectiva novedosa y original.

La convocatoria es abierta a todos los interesados, con entrada libre y gratuita.

 

martes, 6 de agosto de 2013

El objeto mirada en el Seminario 11


Mi intención  es puntuar aquellas cosas que me resultaron más interesantes del texto de Lacan (Seminario 11 Los cuatro conceptos fundamentales) y de lo que hablamos en la clase del Seminario Clínico del IOM. Es un texto que me resultó muy complejo de leer y puntuar. La puesta en común ha sido para mí esclarecedora en varios puntos también en el sentido de las preguntas aún irresueltas que con el tiempo iremos pensando y armando.

Estos son los puntos que quisiera resaltar:

La esquizia del ojo y de la mirada

·         La esquizia del sujeto tal como Lacan la define en la clase La esquizia del ojo y la mirada. Allí Lacan menciona la fundamentación de la repetición en la esquizia del sujeto que se produce respecto del encuentro. Esta esquizia constituye la dimensión característica del descubrimiento. Lo real es definido allí como lo que llega en mal momento.

·         La mirada sólo se nos presenta bajo la forma de una extraña contingencia simbólica de aquello que encontramos en el horizonte y como tope de nuestra experiencia, a saber, la falta constitutiva de la angustia de castración. El ojo y la mirada, ésa es para nosotros la esquizia en la cuál se manifiesta la pulsión a nivel del campo escópico

·         El mundo es omnivoyeaur pero no exhibicionista. Se trata de un mundo que mira pero que no se deja ver. Si empieza a provocar la mirada empieza la sensación de extrañeza. (en relación a esto pensamos las novelas 1984 de George Orwell y Un mundo feliz de Aldous Huxley en ambas novelas el mundo se muestra como otro que todo lo ve y controla. También la película The Truman show)

·         La mirada puede contener en sí misma el objeto a lacaniano donde el sujeto viene a caer. En la medida en que la mirada en tanto objeto a, puede llegar a simbolizar la falta central expresada en el fenómeno de la castración y en que, por su índole propia, es un objeto a reducido a una función puntiforme, evanescente, deja al sujeto en la ignorancia de lo que está más allá de la apariencia.

·         La tyche se presenta en la toma visional. El punto tíquico en la función escópica, se encuentra a nivel de lo que Lacan llama la mancha. Es decir que el plano de la mirada y de lo mirado, más que cualquier otro propicia para el sujeto la coartada.

 
La anamorfosis

·         La  conciencia, en su ilusión de verse verse, encuentra su fundamento en la estructura vuelta de revés

·         Se trata de volver a centrar al sujeto como sujeto que habla justamente en las lagunas del texto en el cual, a primera vista, parece estar hablando

·         De todos los objetos en los que el sujeto puede reconocer su dependencia en el registro del deseo, la mirada se especifica como inasible

·         Respecto al Ser y la nada de Sartre: la mirada que encuentro es, no una mirada vista, sino una mirada imaginada por mí en el campo del Otro

·         Respecto al cuadro Los embajadores: la función de la mirada hay que buscarla más allá, veremos entonces dibujarse a partir de ella, no el símbolo fálico, el espectro anamórfico, sino la mirada como tal, en su función pulsátil, esplendente y desplegada, como en este cuadro. Este cuadro es lo que es todo cuadro: una trampa de cazar miradas
 
                                                                                 Victoria Mora

sábado, 8 de junio de 2013

¿Qué es el psicoanálisis? Dialogo con un juez imparcial


El pasado 19 de abril comenzamos a trabajar en el taller de introducción al psicoanálisis. Continuamos con el entusiasmo compartido en las Jornadas de inauguración de este año tan especial ya que el IOM cumple diez años de trabajo compartido. Hubo rencuentros y encuentros nuevos. Volvimos a encontrarnos con quiénes participaron el año pasado del seminario, del taller y de las pasantías. También nos encontramos con nuevas alumnas que se incorporan este año a nuestro trabajo compartido. Conversamos sobre las experiencias de pasantía y la modalidad de trabajo que llevaremos adelante este año. Los textos del taller serán aquellos que se anudan a lo citado por Lacan en las clases del Seminario 11.

 Luego abordamos el texto ¿Pueden los legos ejercer el análisis? El texto fue puntualizado a la vez que entrecruzamos los conceptos teóricos con pequeños ejemplos y viñetas de nuestra práctica clínica.

Este texto recorre algunos conceptos fundamentales del psicoanálisis Strachey dice que aquí Freud hizo, quizás, su más feliz descripción de la práctica y la teoría psicoanalítica. La forma de recorrer los conceptos es ubicarlos en un diálogo imaginario entre Freud y un interlocutor que él llama juez imparcial.  Freud escribe además el texto para dar cuenta de quién puede ejercer el psicoanálisis. Cabría comenzar con la pregunta de ¿Qué es el psicoanálisis? Freud lo describe como un procedimiento destinado a curar o mejorar enfermedades nerviosas.

Freud busca en este diálogo determinar las particularidades de un tratamiento analítico. Comienza por enumerar los distintos motivos que los pacientes consultan. Demandas, algunas, que seguimos hoy viendo reflejadas en nuestra clínica. También destaca la importancia de indagar el punto de ruptura que lleva a los pacientes a consultar, momento en que el síntoma se torna insoportable.

El juez imparcial pregunta a Freud qué hace el analista frente aquello que el médico no pudo remediar, es la pregunta por la particularidad del dispositivo analítico.

Freud allí contesta que se trata de una conversación donde el analista hace venir al paciente a una hora en particular lo hace hablar, lo escucha, luego habla él y se hace escuchar.  El juez cuestiona entonces que sólo se trate de palabras, que entonces no se trataría más que de un ensalmo. Freud responde que no se trata de un ensalmo ni de nada maravilloso que lo tiempos analíticos llevan meses e incluso años y rescata la palabra como un poderoso instrumento. Al paciente se le transmite la regla fundamental, hablar sin reparos a pesar de sí mismo. Al hablar es como si su si-mismo no fuera la unidad por lo que siempre lo tuvo. Como si en su interior hubiera algo otro que pudiera contraponerse a sí mismo. Lo que luego Lacan formalizará como la división subjetiva, lo que pudimos observar en la película en las jornadas, lo que los analizantes llamaban “la otra escena” “el otro lado del espejo”.

Entonces el interlocutor compara el análisis con la confesión, Freud aclara en la confesión el pecador dice lo que sabe, en el análisis el neurótico debe decir más.

En el capítulo dos Freud  va a adentrarse en cuestiones teóricas para responder a la pregunta de cuales son los propósitos analíticos y que hace con cada paciente. Anuncia que la teoría psicoanalítica es el resultado de un proceso de desarrollo que se dio poco a poco y que se modificó de continuo en contacto con la clínica.

Para transmitir la teoría psicoanalítica comienza por explicar la estructura del aparato anímico, dice que es un instrumento edificado por varias partes llamadas Instancias, cada una de las cuáles cumple una función, en ese punto hace referencia al Yo y el Ello. El psicoanálisis a partir de la formulación del Ello por primera vez plantes que no todo es ser consciente.

Freud plantea luego como exigencia para ejercer como analista someterse al análisis.

Dice que es necesario contar la teoría para transmitir de que premisas parte el análisis frente a cada enfermo. Se trata de una práctica de lo singular del caso por caso, del uno por uno.

El tercer capítulo comienza con la pregunta del juez por la génesis de la enfermedad nerviosa desde el punto de vista analítico. Freud propone tomar el Yo y el Ello desde el punto de vista dinámico, para esto desarrolla la teoría de las pulsiones.

Freud plantea que el Yo influye sobre el Ello. El juez cuestiona esta postulación freudiana, Freud dice que esto funciona cuando el Yo posee íntegra organización y capacidad de rendimiento, si esto no funciona aparece la perturbación neurótica. Luego Freud describe el proceso de la represión a partir de que el Yo trata la exigencia pulsional como si fuera un peligro exterior dándole un estatuto traumático. Sin embargo no se confunde el adentro y el afuera impunemente y finalmente a partir de ahí describe la formación de síntoma.

Una de las últimas preguntas del capitulo es cual es el propósito del análisis Freud dice queremos restablecer al yo, librarlo de sus limitaciones devolverle su imperio sobre el ello, que perdió a consecuencia de sus tempranas represiones. Sólo con este fin hacemos el análisis, toda nuestra técnica está dirigida a esta meta. Se trata de tramitar los conflictos de una mejor manera que mediante la huida y dice: el camino hacia las situaciones de conflicto, las más de las veces olvidadas, que queremos reanimar en el recuerdo del enfermo nos es indicado por los síntomas, sueños y ocurrencias.

Cerramos la clase con este capítulo.

Andrea Dolera nos acompañó en este primer encuentro que hemos transitado con mucho entusiasmo.

Victoria Mora

martes, 21 de mayo de 2013

Un balizamiento del camino


Luego de una gran jornada de apertura del seminario 2013, festejando los 10 años en esta ciudad, y tras reanudar los encuentros de los viernes al mediodía, la delegación Pilar del Instituto Oscar Masotta recibió la visita de Celeste Viñal.
Celeste Viñal, miembro de la EOL y de la AMP, nos transmitió en una clase su recorrido particular de los cuatros primeros capítulos del Seminario 11 de Jacques Lacan.

Revalorización de la palabra
A esta altura del seminario Lacan produce una revalorización de la palabra. Lacan se apropia del inconsciente freudiano y como lector de Freud cree entender que es en la palabra que podemos realmente encontrar el inconsciente.
 A veces cuando escuchamos un caso parecería que estamos hablando de la vida de un paciente, pero no, de lo que estamos hablando es de un texto, somos lectores de ese texto. Hacer del dicho un acto,  un hecho o  una vida  sería tratar de encontrar un garante de ese discurso. Buscar una garantía mas allá de las palabras no tiene  sentido,  no hay mas allá del discurso, es lo que tenemos y sobre lo que vamos a  trabajar.

La función descriptiva y la función metafórica de la palabra:
La palabra en su función descriptiva es la palabra ligada al diccionario, significa tal cosa y eso es para todos igual. No nos va a ayudar a crear las condiciones de posibilidad para que el inconsciente se manifieste.
 La función metafórica o poética de la palabra nos va a permitir otro tipo de lectura, nos va a permitir colarnos por esa palabra y que no sea igual a todos,  ir  a lo que es el sujeto, lo que le evoque a si mismo esa palabra, no la palabra efectivamente proferida con la voluntad de decir. Cuando alguien cuenta, sé cuenta. Cuando alguien dice, no dice objetividades, no dice sin estar en ese dicho, si tenemos alguna posibilidad de captar algo del sujeto, es justamente en eso que está diciendo mas allá de lo que está diciendo, mas allá de la función descriptiva de la palabra.
Lo que nos va a resultar de brújula en la escucha es la enunciación del sujeto,  el uso no de diccionario de las palabras, el modo en el que el sujeto se cuenta  a si mismo dentro de lo que  dice. Revalorizamos la palabra en su función poética. Las “formas de decir” son las que crean las condiciones de posibilidad para la emergencia del psicoanálisis. En un análisis se quiebra la voluntad del decir. Hay algo que no es todo del orden de la palabra descriptiva, aunque le vamos a permitir a los pacientes hablar un poco  descriptivamente, porque si esperamos poetas se van a ir.

El concepto de inconsciente lacaniano:
Se diferencia del inconsciente prefreudiano, al modo de una bolsa que tiene elementos donde el analista va a buscar cuestiones que ya están. Nosotros no vamos a develar nada, no vamos a ir a algo que ya está sino que vamos a algo que se va a crear en el hecho mismo de hablar. Dice Lacan “es esa zona larvaria” y “la posición del analista es menear ahí las cosas”. Esa zona larvaria es el uso metafórico del lenguaje, zona larvaria porque efectivamente no sabemos que hay ahí, hay larvas de real, larvas de algo que todavía no está realizado.
El inconsciente está estructurado como un lenguaje, no es natural,  nuestras categorías, nuestra forma de pensar el psicoanálisis, las categorías diagnósticas, no son naturales. No tenemos el ideal de la ciencia. Las terapias cognitivo comportamentales por ejemplo, tratan como natural algo que no lo es,  los diagnósticos se viven como algo de la naturaleza del ser del paciente, y no como un dato operatorio que usamos para trabajar. No debemos olvidar que las categorías que usamos son artificiales, nos sirven para trabajar, ¡el paciente no es eso!
El inconsciente es ético, no es ontológico, no es un locus, un lugar en el cerebro. El inconsciente no se encuentra proveyendo al sujeto de un manual, no se enseña, no se aprende. Hay algo muy sutil que ocurre o no ocurre en el encuentro con el analista y  es que el analista provea las condiciones para que ese inconsciente pueda emerger, el inconsciente es creado por la intervención del analista, por eso es un inconsciente ético.
 El inconsciente es preontológico porque está en esa zona de ni ser ni no ser, si no de lo no realizado.
El inconsciente no es el inconsciente mensaje, en esto Lacan se diferencia de Freud. No hay voluntad del inconsciente, por ejemplo un sueño  no significa sino la significación que el paciente le va a dar a la asociación libre que tenga sobre ese sueño, ni siquiera el sueño va a significar nada en si, va a significar lo que él pueda decir y armar del sueño que tuvo.
El inconsciente no es profundidad, se va a dar en el plano mas superficial del lenguaje, en el tropiezo, en el detalle.
No estamos en el plano de la continuidad ni de la comprensión, sino en el plano de la mas absoluta discontinuidad. El inconsciente se va a manifestar en un momento y luego va a volver a cerrarse, es un minuto la oportunidad que tenemos de captar algo del inconsciente, y es en ese momento que podemos subrayar, cortar la sesión, etc. 
En esta pulsación instantánea del inconsciente, Lacan va a ubicar el instante de ver, mediante  La asociación libre vamos a buscar que un paciente pueda ponerse en relación a su inconsciente. Asociación libre que de libre no tiene nada, es la asociación mas determinada de todas, por mas que uno quiera hablar libremente, las marcas de goce, se van a expresar cada vez en esas asociaciones libres que hagamos. Estamos completamente determinados, y lo que sucede en el análisis es que esa determinación se va afinando hasta ser una letra del inconsciente.

¿Que de lo que hacemos es psicoanálisis?
Eso lo dirá solamente qué ocurra con el paciente, la respuesta del paciente en la transferencia.  Muchas veces estamos haciendo psicoterapia, siendo orientativos, indicativos, pero no damos  significaciones y eso hace el vacío de la palabra del analista. No debemos caer en la imaginarización de lo que en la primera enseñanza fue el lugar del muerto para el analista.
El inconsciente freudiano muestra que no hay causa, que no hay causa del estilo causa y efecto, lo  que descubre Freud es que hay una causa que no viene a ningún lugar. Hay una causa en la hiancia misma dice Lacan, en el agujero mismo, hay una falla que es causa de algo pero qué causa esa falla no lo sabemos, por eso Freud lo capta en las formaciones del inconsciente, son fallas, los lapsus, los sueños. Porque efectivamente hay algo de esa falla que ocurre. El inconsciente nos muestra que esa hiancia empalma con un real y ese real puede no estar determinado.  Freud encuentra la etiología de la neurosis en ese agujero de la causa. En la causa hay un agujero, lo no realizado.
La tyche es lo que está al fin de estos cuatro capítulos, es como lo real del encuentro, lo que no se deja olvidar. Diferente del automaton que es lo que es siempre igual, lo que mas allá de que sepamos o no sepamos se va a repetir, la tyche si es encuentro accidental que emerge sin velo.
Lacan hace todo un recorrido sobre el sueño ¿padre no ves que ardo?, quiere plantear  que la vida no es toda sueño, no es todo significante, no es todo registro imaginario y simbólico, hay un real que pesa y esto hace que nos despertemos. La neurosis nos permite en este anudamiento particular tener una dosis de sueño y de despertar porque lo real no queda tanto del lado de la realidad como de la pulsión. Es un real singular, el fantasma intenta velar lo real, intenta enmarcarlo.
La brújula que nos orienta es que sabemos que hay causa y es real, que nada de eso es natural, que hay algo de lo mas singular que se va a jugar en ese paciente que tiene que ver con el inconsciente, y que depende de nosotros también que eso se pueda manifestar o no.
No nos plegamos al discurso del amo. Nos orientamos por la enunciación, no por los dichos, nos orientamos en que es un texto, no es la vida, en que somos lectores y tenemos responsabilidades sobre esa lectura. Esto nos va dando un cierto balizamiento del camino, nos va mostrando mas o menos por donde vamos a tener que ir.
La rigurosidad del psicoanálisis no está dada por un estándar, sino por la noción de inconsciente que nos guía y por la orientación a lo real.

                                                                  Fernanda Gaillard.

 

martes, 23 de abril de 2013

1º clase Seminario Clinico

Este viernes 26 de abril, a las 13 hs. comienza el Seminario Clinico del IOM con la clase dictada por Celeste Viñal. Este año abordaremos la lectura del Seminario 11 de Jacques Lacan, con sus referencias. La clase estará dedicada al primer apartado, "El inconciente y la repetición". El lugar de convocatoria es el Museo de la ciudad de Pilar, en la calle Tucumán 960. Los esperamos

domingo, 21 de abril de 2013

Relato de una jornada celebratoria










En el año de su 10º aniversario de existencia en la ciudad, la Delegación Pilar del Instituto Oscar Masotta inició sus actividades con una Jornada alegre y entusiasta. Bajo el título “Para qué sirve un psicoanálisis”, reunió a los miembros fundadores, los incorporados paulatinamente en estos años de funcionamiento, y también alumnos, iniciados y personas interesadas en el psicoanálisis  que se acercaron por primera vez.

En primer lugar se proyectó la película documental “La primera sesión”, realizada por el psicoanalista y realizador audiovisual francés  Gerard Miller. Causó sorpresa e interés por su carácter testimonial, que permite un entendimiento más sencillo de lo que le sucede a alguien cuando se produce el encuentro con un analista en determinadas circunstancias de su vida. Abrió una vía para pensar qué es un psicoanálisis (pregunta implícita en el título de la convocatoria), por qué alguien recurre a él, y qué cambios produce en su vida. Además, al tratarse de relatos de personas de diversos orígenes sociales, intereses, formas de vida, etc, permitió advertir de qué  manera se constituye como una experiencia particular, tanto en lo que se refiere al síntoma que cada uno lleva, como al efecto que produce  una palabra, un gesto, o un rasgo de quien lo recibe. “El reino de lo particular en un mundo signado por universales”, como comenta el realizador del film. Nos quedamos con su promesa de un nuevo producto similar que refleje  el fin de un análisis.

La espera no fue muy larga, ya que en la 2º parte de las Jornadas, Gustavo Stiglitz, invitado a una entrevista pública para participar de esta celebración, nos brindó un valioso relato de su experiencia con el psicoanálisis, como analizante pero también como analista. Comenzó contando pormenorizadamente en qué consiste el dispositivo del pase en la Escuela, y cuál es su función, algo novedoso para muchos de los presentes. En continuidad, compartió su propia experiencia como Analista de la Escuela, concluida a fines de 2012. El flujo de la conversación permitió circunscribir algunos conceptos fundamentales de la práctica psicoanalítica – inconciente, transferencia, cuerpo, síntoma- a la luz del relato particular. Una pregunta llamó su atención y la del auditorio, “¿Cuáles han sido los efectos de su práctica como analista en su propio análisis?”, la respuesta resultó muy satisfactoria, al entramar de una manera muy accesible las condiciones necesarias para la formación de un analista, a saber, teoría, control y análisis. En suma, su participación resultó sumamente fructífera para la continuidad del trabajo de esta Delegación y el rasgo que la caracteriza: abrir la puerta de la formación analítica a los recién llegados.

En total consonancia con los temas abordados, Mirta Vazquez, interlocutora del IOM Pilar, presentó de manera breve y concisa el tema que trabajaremos en el Seminario Clínico de este año, a saber, precisamente Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis, el Seminario 11 de Jacques Lacan. Luego de contextualizar la injerencia política de este Seminario, y el paradigma en que se inscribe respecto a la función del goce (orientada por la lectura de J.A. Miller), ciñó en pocas palabras los cuatro conceptos, inconsciente, transferencia, pulsión y repetición, abriendo la puerta al trabajo que realizarán los docentes y el grupo de lectura a continuación.

La Jornada concluyó alegremente, renovando el impulso para seguir difundiendo e interrogando una y otra vez esta práctica que nos involucra y nos interpela.

Karen Monsalve- Abril 2013

lunes, 8 de abril de 2013

Jornada de apertura 2013- 10 años del IOM Pilar


A propósito del 10ª aniversario del IOM Pilar



Recorrido

Nos embarazamos de la idea, nos buscamos, nos reunimos y acordamos... Nos encendimos, discentimos, barajamos, mezclamos, cortamos y volvimos a dar. Y así, entre varios lo gestamos. Luego lo nombramos y cobro vida.
Nos enlazamos. Con entusiasmo, con trabajo, con tropiezos, con ayuda, con emoción, con equivocaciones, con aciertos. Con prisa pero también con pausa. Con ignorancia. Con pocos, pero de los buenos, que invitaron a otros que vinieron y se quedaron. Con valor, con cobardía. Con la política del deseo y desconocimiento de lo político, que de a poco se fue haciendo saber, saber incompleto, saber no acabado.
Saber construido en todos estos años, que tan solo son diez años.
Aprendimos a gatear, nos largamos a caminar, nos caímos, nos levantamos y nos dieron ganas de salir corriendo, pero entonces corrimos, afirmando este sendero.
Nos sorprendimos, lloramos, berrincheamos y después nos reímos, un rato largo. Consultamos a los grandes, quienes nos transmitieron, nos orientaron. Compartimos con nuestros pares y también nos divertimos. Descubrimos amigos mas chicos y crecimos junto a ellos.
Nos hicimos un lugar en esta ciudad, tan nuestra y a la vez tan extranjera. Tejimos comunidad. Nos juntamos los iguales, convocamos a los distintos.
Propagamos el Psicoanálisis A Los Cuatro Vientos, lo escribimos y en el hacer nos encontramos.
Con nosotros y con ustedes, que nos acompañan, nos leen, nos enseñan, nos escuchan, nos guían, nos recuerdan, nos animan y se suman.
Y otra vez se hacen nosotros, y aquellos, los de hace diez años, ya somos otros.


                                                            Andrea Dolera

viernes, 22 de febrero de 2013

Jardin Tribilin


Hace unas semanas nos conmovimos con la noticia del maltrato del que eran objeto  los niños que concurrían a un jardín maternal de San Isidro; los medios por su parte se encargaron de que no quedaran dudas sobre lo que allí sucedía repitiendo una y otra vez los audios con el llanto de los niños como telón de fondo….

 En una columna de opinión la ex Ministra de Educación de la Prov. De Bs As Silvina Gvirtz, por quien guardo respeto por su posición ética que la llevó a renunciar a su cargo, remarcó entre otras cosas la necesidad de que se intensificaran los controles sobre las habilitaciones de los establecimientos educativos y sobre la necesidad del fortalecimiento de la formación docente. Por supuesto que coincido en estos aspectos pero considero que lo sucedido en el jardín no puede agotarse en ello.  De hecho si se tratara de las condiciones  edilicias, un amplio porcentaje de las escuelas públicas de la provincia no pasarían la prueba. Por otra parte si bien la formación pedagógica es una condición necesaria, no es suficiente ya que no todo es “enseñable” como por ejemplo la calidad humana que evidentemente brillaba por su ausencia entre el personal que estaba a cargo de los niños.

Por otra parte los medios también sirvieron de escenario para que distintos profesionales explicaran las secuelas que este tipo de hechos podía dejar en los niños y por supuesto no perdieron la oportunidad de remarcar la necesidad de que los niños tengan tratamiento psicológico. La justicia misma ordenó que se les realizaran a los niños pericias psicológicas. Me pregunto: ¿Con qué fin? ¿Qué se pretende evaluar? No se necesitan demasiadas luces para percibir que una experiencia como la que vivieron estos niños no será sin consecuencias, de lo que no puede decirse nada es de cuales serán para cada uno en particular; para ello deberemos esperar  a que los niños digan, aún cuando no hablen. Los padres, las familias serán las encargadas de precisar de qué se trata en cada caso y si es oportuno o no realizar alguna consulta a pesar de que el discurso “psi” imperante pretenda convencernos de que sin  su intervención  no existe saber alguno. Esa misma ciencia que apuntando al universal, al para todos lo mismo a través de mediciones, tests, interrogatorios preestablecidos no hace más que estigmatizar produciendo efectos de segregación. Quienes hayan visto el documental La infancia bajo control sabrán de que hablo; quienes no, los invito a hacerlo.

Karina Perez